ÓPERA EN LA
UNAM. Sala Covarrubias.
Por Manuel Yrízar.
Nuestra máxima casa de estudios
en la ciudad de México, en su Centro Cultural, Salas Covarrubias, ha presentado
este fin de semana, los días sábado 18 y domingo 19 de agosto de 2012 una
función de ópera con todas de la ley: buena producción, cantantes
sobresalientes y profesionales, puesta en escena muy decorosa en su sencillez,
bien iluminada y con un trabajo musical de alto nivel y rigor técnico. No
podemos pedir más. El público sale satisfecho de poder disfrutar de un
espectáculo digno y generoso con dos óperas de cámara prologadas por un recital
de canciones. Debemos a la
Dirección de Música a cargo del maestro Gustavo Rivero Weber
que ya vaya siendo familiar que se presenten funciones de ópera en la Universidad Autónoma
de México como parte de las actividades de la coordinación de difusión
Cultural.
En esta ocasión nos remontamos a
los fabulosos años 20s del pasado siglo XX con tres obras de compositores casi
centenarias debidas al arte musical y poético de William Walton y Edith
Sitwell, Darius Milhaud y Armando Lunel, Kurt Weill y Bertolt Brecht. Hay
quienes afirman que el siglo XIX concluyó realmente en los años de 1914 al 18
con la Guerra Mundial
que desoló a la humanidad transformando radicalmente la vida de la humanidad.
El arte se transformó y la música cambió radicalmente. Casi un siglo después se
estrenan en México las obras que comentamos ahora.
El espectáculo se abrió con
selecciones de FAÇADE,
música de William Walton (1902-1983) Da
poemas de Edith Sitwell. Escrita para recitante, flauta, Piccolo, clarinete,
clarinete bajo, saxofón, trompeta, percusión y violoncello fue estrenada sin
mucho éxito en Londres en 1923. Para los oídos de nuestro tiempo, acostumbrados
a toda clase de músicas variopintas y disímbolas y a poemas de toda naturaleza
inverosímil, nos suena grata y contagiosa. En cámara negra y seguidos por una
luz cenital Natasha Day, soprano escocesa, Andrew Aswhin, barítono alemán,
Andrew Rees, tenor de Gales Occidental y Richard Wiegold, bajo de Gales del
sur, destacaron por sus interpretaciones de excelente factura, dicción perfecta
y extremada agilidad. Rítmicamente muy difíciles las canciones son variadas y
deliciosas.
Luego de esta especie de prólogo
o aperitivo para abrir boca siguieron las dos óperas de cámara que constituían
los platos fuertes de la velada.
Darius Milhaud (1892-1974) escribió
varias óperas de cámara entre 1925 y 1927. La primera de ellas es la que vimos
y escuchamos LES
MALHEURS D’ ORPHEÈ, Op.85. (Las desventuras
de Orfeo) con libreto del escritor Armand Lunel. El mito de Orfeo actualizado
para esa época y trasladado a una región francesa. Amante de la naturaleza y
amigo de los animales este Orfeo se enamora de una gitana Eurídice, la Abeja Reina , a quién no permiten
sus parientes esos amores. Huidos al bosque y cuidados por un zorro, un jabalí,
un lobo y un oso avejentados el curandero y Poeta Orfeo no puede impedir la
muerte de su esposa. Juan Arturo Brennan, autor de las notas al programa, cita
la página Web de la mediateca parisina LA CIUDAD
DE LA MÚSICA
este breve comentario que aquí trascribimos: “Dentro de un estilo conciso y
refinado, marcado por el regreso a las fuentes (Monteverdi, Purcell) lejos de
las convenciones de la ópera, la gran aria da lugar al lamento popular, a la
búsqueda de la sencillez.” Sobresalen en
esta puesta de recursos muy sencillos pero eficientes el ya mencionado barítono
Andrew Aswhin como Orpheè y la
soprano mexicana Irasema Terrazas, Eurydice.
Cerró esta muy grata presentación
operática la obra de Kurth Weill (1900-1950) MAHAGONY SONGSPIEL con libreto del poeta Bertolt Brecht. Estrenada en Baden-Baden en 1927,
nos dice Brennan citando a David Drew, especialista en la obra de Weill : “
Los antros de Mahagony atraen a numerosos visitantes, pero son caros y
decepcionantes. Dios manda a los habitantes de Mahagony al infierno, pero ellos
se rebelan, diciendo que ya están ahí.” Esta
ópera de cámara es antecedente de “Ascenso y caída de la ciudad de
Mahagony” de la misma dupla Weill-Brecht
de 1930. En la que disfrutamos, en una puesta con proyecciones de imágenes de
la época y aprovechando un elevado Rin de boxeo los actores cantantes brindan
un espectáculo memorable con actuaciones trascendentes.
Muy bueno el trabajo de dirección
y concertación musical del maestro Jan Latham-Koenig y la dirección de escena y
diseño del espectáculo de la maestra Nicola Raab. El ENSAMBLE FILARMONÍA conjuntado por músicos de muy buen nivel
brindaron una actuación sobresaliente. Lo mismo hicieron todos los
participantes y el personal de producción de estas óperas. Aplaudimos con
placer este trabajo que con gran calidad brinda la querida UNAM a los amantes
del arte lírico. Muy bien.
México D.F, a 20 de agosto de
2012.
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