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jueves, 14 de junio de 2012

Nabucco... en voz de la comunidad musical

A propósito de la nota que escribí respecto de la puesta en escena de Nabucco en el Palacio de Bellas Artes, y la amable respuesta de algunos lectores, tal vez sea conveniente que tomen nota de lo que han dicho a propósito de ésta algunos miembros de la comunidad artística, es decir cantantes profesionales que han actuado en Bellas Artes y que también vieron la puesta en escena, con el fin de que se percaten que mi opinión, si bien minoritaria, coincide puntualmente con la de aquellos que están de acuerdo con mis juicios sobre la puesta en escena, y cuyas voces podrían considerarse incluso más autorizadas que la mía misma en virtud de ser ellos quienes tienen que padecer o disfrutar de estas puestas en escena, y porque ellos son profesionales del canto y de la escena, quienes, mejor incluso que un servidor, hacen posible el deleite auditivo de estas puestas en escena. Ojalá quienes me rebaten y critican, les rebatan a ellos y les critiquen, o reconsideren sus opiniones. De cualquier manera, el derecho a disentir es parte de la actitud en esta página, igual que en otras de mi propia autoría. Sólo que, como se podrá observar, mi actitud disidente parece ubicarse del lado de los propios protagonistas de la puesta en escena. La opinión mayoritaria, manifestada en el teatro de Bellas Artes, parece hallarse en otro sitio, ajena al sentir de los propios cantantes. Que cada quien saque sus conclusiones.

Queridos todos, estas atrocidades se permiten, porque los artistas (ya de inicio) lo permitimos (bueno, yo no, por eso sigo vetada en el Palacio), si de verdad esto es ofensivo ¿por qué nosotros, quienes somos lo que sacamos la cara ante el público, no ponemos un alto a esta masacre artística? El mayor daño es lo que generacionalmente se está desrrollando, porque a nuestras nuevas generaciones simplemente se les han quitado todas las oportunidades de hacer una carrera en un arte otrora llevado con dignidad y amor, actualmente es un asco ¡verdaderamente un asco! Eso no es Ópera, son actos repugnantes y ofensivos, barbáricos y destructivos.

El verdadero problema es que el "permisivismo" se sigue ejerciendo y vamos de peor a "más peor", pues como he leído algunas líneas atrás, que el shock fue inicial, ya después hasta bonito lo deben haber visto; da igual, aquí en México nada importa, nada pasa, todo se nos resbala. Así es que si te comes la basura que te dan, pues ya después hasta sabrosa te sabe, es decir ¿para qué nos quejamos entonces? todo está MUUUUY BIEN. Destruído el Palacio ¿podrá sobrevivir el reino?

No encuentro nada positivo en esto, de hecho me parece vislumbrar la razón que hace tiempo he buscado del por qué manosear de manera tan vil a tan bella dama como lo es la Ópera; desde mi óptica puedo observar que hay un plan para acabarla de destruir, porque de ninguna manera esta foto me dice que haya nada rescatable en lo que está produciendo el Palacio de las Bellas Artes con la Compañía Nacional de Ópera, porque este recinto es la máxima casa del Arte en todo México, y esto bien podría ser un intento (muy malo, por cierto) de teatro experimental (que no ópera). El daño más grave está llegando al fín, porque los jóvenes al no haber podido tener acceso a la verdadera ópera, ya no tienen punto de comparación. No creo que las autoridades sean tan estúpidas de no advertir que la ópera de seguir así, está en vías de la total extinción; mas bien cada vez confirmo más que son personas con muy mala actitud ante su trabajo, dinero mal empleado en tiempos de peligro social y económico.

A ver si me explico: Una cosa es una puesta en escena tradicional y otra podría ser vanguardista, pero otra cosa son las porquerías y esto es una porquería.

Yo pertenecí al Coro de la Ópera en mis inicios, en el año 79 u 80, tuve el privilegio de trabajar con gente y artistas maravillosos, gente que amaba su quehacer artístico y que dedicaba su vida y esfuerzo en ello. Al paso de los años he visto corromperse a tanta gente, que ya poco me extraña (y no hablo de los compañeros del Coro de la Ópera ni de nadie en específico, cada quién sabe su cada cuál) pero la cuestión es que no se hace ópera ni se hace arte haciendo como que haces. Humberto, me parece que eres bastante joven y observo que eres un chico muy positivo y educado, gracias por ser así, pero que quizá no tienes la óptica aún para apreciar el terrible fondo del tema que se trata en este espacio, esto viniendo de ti es alarmante porque es precisamente el resultado de un daño irreversible y mortal para el Arte de México. Algún día lo entenderás. Recuerdo una comparación acerca de cierto caballero que queriendo quedar bien con una dama de paladar exigente, solicitó caviar y champange en un fino restaurante, el mesero les sirvió frijoles negros y pulque, ambos los comieron, una por educada y el otro por ignorante, al final el caballero pagó agradecido y satisfecho el precio que correspondía al caviar y la champange ¡y hasta propina dejó!
Caridad Acosta

Caridad: Acuérdate que vivimos en un país de impunidad, aquí no pasa nada, ni nadie va a llamar a cuenta a los culpables de este horror, simplemente carpetazo y otra cosa, y ¿sabes porqué? Porque se hacen de la vista gorda el coro, la orquesta, los delegados sindicales, las autoridades del INBA y sobre todo el público que aplaudió contento. Todos ellos le están dando su visto bueno a este asunto. Imagina que tú vas a un restorán italiano y pides spaghetti a la boloñesa, y te llevan algo que ni es spaghetti ni tiene salsa boloñesa, pero no dices nada, te lo comes gustosa, y además felicitas al chef, le das propina y pagas gustosa. Estás propiciando que le hagan ese mismo engaño a otro cliente. Yo hubiera protestado (y lo he hecho) "Señores, esto ni es spaghetti ni es salsa boloñesa, no lo quiero, llévenselo". Tenemos derecho de exigir que se nos dé lo prometido y no otra cosa. Si no reclamamos, repito, somos cómplices, y propiciamos la impunidad.
Mauricio Rábago Palafox

Se debe aprender de esta experiencia para no repetir algunas cosas... a mí la puesta en escena no me convenció ¡y yo sé de varios integrantes del coro que no estaban de acuerdo con esta puesta...! pero ante todo son profesionales y buscan hacer su trabajo lo mejor posible, cosa que a mi muy humilde opinión, consiguieron..., una cosa  esque consideres la puesta en escena un "horror" y otra muy distinta que vayas ya directo contra los colegas cuando bien sabemos que ellos no participan en las decisiones... por otro lado yo sí soy muy cercano a lo tradicional y lo ortodoxo, así me educaron mis maestros... pero creo también debemos ver esto con un poco de actitud positiva...
Humberto Ross

Que tristeza que quienes manejan y producen la ópera en Mexico lo hacen en detrimento de su calidad, sucediendo todo lo contrario con sus cantantes, que cada vez acumulan un sin fin de éxitos en varios escenarios del mundo, incluyendo las mejores casas de ópera, con esa calidad excelsa que los caracteriza.....
Néstor Enrique Jiménez Guinto 

En efecto, nada positivo hay en ver "algo bueno" donde no lo hay. Mi estimado Humberto Ross, estás tan habituado a la mediocridad que estás acostumbrándote a su miseria. Debido al empoderamiento del incompetente, todo bajo su dominio es un imperio de transigencias con el error, la mentira, el fraude. La calidad y la excelencia son conceptos contrarios a las metas de la política cultural populista, cuantitativa y obscena que nos ofrece el Estado mexicano. La máxima casa de la lírica nacional empieza a desmoronarse. No es algo fortuito sino todo lo contrario. A la ópera le han dado ya su sentencia de muerte, por lo menos en el ámbito oficial. El arte es una actividad peligrosa en donde lo que se persigue es una sociedad inpensante, dócil, miserable.

Donde ya no existe dignidad artística es porque la moral de sus actores ha sucumbido ante el temor de perder sus mas básicos principios y en donde la existencia depende de satisfacer las primeras necesidades.

Todos desarrollamos una "ceguera" de aquellas cosas o situaciones que nos molestan pero que, imposibilitados de cambiarlas, terminamos por "no verlas" y decir que "esta bien". Nadie niega lo bueno, pero quien no repara en el error, está condenado a sufrirlo sin remedio. Un Nabucco que solo conserva de su argumento original la letra sin sentido y el nombre que hace referencia al mismo, no merece ser visto con un "pero está bonito". De esto hace referencia Mauricio Rábago Palafox.
Héctor Augusto Arizmendi Ruiz

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