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domingo, 10 de noviembre de 2013

Ramón Vargas: el traje nuevo del emperador

Ramón Vargas llegó a la renombrada Ópera de Bellas Artes con el cheque en blanco más grande extendido a un funcionario público pagado con nuestros impuestos desde Vicente Fox. Sus seguidores viven embelesados, como las adolescentes que apenas y pueden controlarse para no orinarse al ver a Justin Bieber, y son tan necios e irracionales como aquellas. El prestigio del tenor mexicano es su mejor defensa y su carta de presentación, aunque en los hechos no haya hecho nada que pudiese justificar el entusiasmo. Hacer señalamientos de su quehacer funcionaril y pedirle explicaciones equivale a ser el malo de la película. Es tal la cerrazón y estupidez en torno a su nombre, que no importa lo que uno diga, sus defensores usan los argumentos más pueriles (pueril, de puer, niño, infantil) para defenderlo, negando lo evidente. A punto de concluir el 2013, Vargas no ha dejado de cometer error tras error, y sólo la crítica que aquí se le ha hecho ha impedido, por el momento, lo que sus seguidores, todos ellos acríticos de una forma nunca antes vista, estaban dispuestos a aceptar y a celebrar: que se presentara en Bellas Artes a cantar siendo funcionario pagado con nuestros impuestos. Las críticas desde aquí vertidas, casi en solitario, me han valido el sucio y sordo rencor de muchos, pues soy casi la única voz que se ha atrevido a denunciar el traje nuevo del emperador. Pero sus seguidores siguen embelesados ante su figura y sus triunfos, como si ellos tuvieran vela en el entierro, y aunque se les habla de la desnudez del rey, ellos prefieren ver del traje del prestigio y el renombre en vez de usar su razón y destetarse de una vez por todas.







Pero hay que decirlo de una vez y con todas sus letras: Ramón Vargas es un digno émulo de un Presidente de la nación ignorante como ninguno, analfabeta funcional que es la burla nacional e internacional. Vargas, a la par de su jefe máximo en la Administración federal, no se queda atrás. Soberbio e ignorante como casi todos los cantantes y la mayoría de los músicos, a Vargas se le puede aplicar lo que Maciek Wisniewski refiere de la enseñanza que Rubinstein le dejó a Barenboim: el único libro que debe tener en su casa es la sección amarilla, y sus defensores parece que también, pues no hay uno solo que sepa argumentar, que piense de manera independiente y madura. De Vargas se puede afirmar que no sabe nada de nada, ni siquiera de su propio ámbito de especialidad, la ópera. Su ignorancia es grosera, y ofende, o debería, a cualquiera con dos dedos (o uno) de frente. Para evitar hacer un análisis de algo que no le amerita, y demostrar la grosera ignorancia de Vargas, ofrezco una serie de memes en que se reproducen fragmentos de la entrevista-reportaje que le dedicó la revista Proceso el pasado 23 de octubre de 2013 y en la que Vargas dice una barbaridad tras otra. En su momento, cuando me atreví a señalar los desatinos de su majestad, hubo una tímida reacción para defenderlo, pero la cantidad de yerros e imprecisiones son tales que prácticamente nadie se atreve ya a salir a decir nada. La torpeza del titular de la Ópera de Bellas Artes es tal, que no es exagerado equipararlo a la de su jefe, quien por supuesto está más expuesto a las burlas y a quien es imposible defender en su ignorancia. Por eso presento los extractos de sus torpes e ignorantes declaraciones, para que no quede la menor duda de que ni siquiera cuando habla de lo que se supone debería saber, sabe algo.



5 comentarios:

  1. Valiente crítica: puro ataque personal y los argumentos no sólo son memes sino que son citas del propio Vargas. ¿Un comentario de cómo las citas prueban la incapacidad de Vargas? Nooo, ¿para qué? Mejor poner comentarios bien pueriles (de puer, niño en latín... cosa que tú, que lees mi blog, ignoras, pero yo sí conozco) para ridiculizarlo. Una pena.

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  2. "Lo que dice el tío ese parece de verdad muy pobre. Sobre todo si se considera que el Vargas es un cantante muy reputado y además director artístico de una casa de opera bastante importante, por los menos en México.

    Poner en un rincón Mozart, porque no "no era un operómano, no escribió ópera solamente. Wagner y Verdi prácticamente sí" devaluando así su inmensa contribución a la historia de la música, es señal de una "desinformación" (utilizando un eufemismo gentil). Como si lo que no compusieron óperas fuesen burros, y los que compusieron pocas un poco menos burros. Es decir que como Beethoven solo compuso "Fidelio" no es digno de ser considerado en el Olimpo. Eso es lo primero.

    Vamos adelante. El Verismo nació con Puccini? Lastima que el primer exponente fue Mascagni con su Cavalleria Rusticana (1890), respuesta a la obra literaria de Giovanni Verga, autor de ese cuento. Además, ese director artístico (o fue el periodista?), parece que confunda los autores de "Pagliacci" que, lo siento mucho, no es de Mascagni pues de Ruggero Leoncavallo (estreno en 1892). Después de Mascagni hay Catalani, Giordano, Cilea, y solo al final, con Tosca (1900) y más adelante Il Tabarro (1918), Giacomo Puccini. Me extraña que quien pretenda ocuparse de música haga errores tan evidentes.

    Esa pretendida rivalidad entre Verdi y Wagner es pura imaginación. Seria el momento de limpiar los horizontes de esos lugares comunes, por los menos de la parte de los operadores "culturales", como Vargas juega ese papel, y poner el justo acento sobre la diversidad de ser dos compositores "románticos" aunque uno italiano y el otro alemán, con todas las características que el Romanticismo tuvo en esos dos países. Pero, si uno no lo sabe, eso no se puede aprender por las escuelas por correspondencia. El heroísmo por Verdi era una virtud que el pueblo tenia que reconocer y seguir, necesitando un héroe para liberar pueblos y naciones. El héroe de Wagner era algo mas exotérico, algo mas atado a leyendas arcaicas donde poder descubrir el alma alemana de las orígenes. El camino del héroe wagneriano era más individual, el héroe teniendo que lograr sobre todo su liberación interior.

    La música de Verdi era sin duda atada a una caja formal de tonalidad y de ritmos de danzas locales, vals, mazurcas, boleros, polkas, quadriglias, marchas, acompañando una melodía sublime y inmortal que el oyente hubiera podido recordar y tener en el corazón hasta siempre. Y el héroe siempre tiene la espada en la mano para defender sus principios.

    La música de Wagner era la búsqueda de un indefinido, que, siendo tal, era como un rio fluyendo constantemente sin una tonalidad definida juntando perfectamente con las palabras, escritas por el mismo Wagner. Todo lo que ocurre lo cuentan los personajes, casi no hay acción escénica. Y su música es la síntesis de Mendelssohn, Mozart, Beethoven, Bach, Liszt, Berlioz … Y, parece raro, aun detestando Donizetti, Wagner admiraba mucho la música de Bellini.

    Mucho más haría a decir sobre ese tema, pues el espacio es tiran.
    Eso y más esperábamos de un artista como Vargas pretende ser, además siendo director artístico. Esa entrevista parece la de un niño a la escuela primaria, con todos los errores y los lugares comunes típicos. Que decepción.
    Saludos desde Italia

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  3. Quizás hay que llevar Vargas a un exorcista para que le quiten esa ignorancia profunda que lo posee.
    En esa entrevista la cantidad de imprecisiones es de vergüenza.
    Uno se pregunta como puede ese ignorante ser tan aclamado en el mundo.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Llego aqui en busca desesperada de crítica musical en México. No es el estilo de música que yo buscaba pero siempre se agradece este tipo de actividad, tan escasísima.

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