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lunes, 4 de marzo de 2013

RAMÓN VARGAS: TENOR VERDIANO EN BELLAS ARTES 2



La segunda parte de la jornada vespertina verdiana, luego del trago amargo del barítono Luna, (que a cualquiera le puede pasar, pues en un descuido la cogida de un becerro manso pero mañoso puede mandar a la enfermería a cualquier subalterno, y hasta al primer espada), el director musical del concierto Srba Dinic, nativo de Servia, toma su lugar en el podio del foro para iniciar la segunda parte. Simon Boccanegra, Idem, que narra la historia del encuentro entre el protagonista, Simón, y su perdida hija Amelia Grimaldi. Tema caro al huérfano de hijos Giuseppe Verdi, que perdió a los suyos niños y a su esposa cuando principiaba su carrera, esta relación filial, padre e hija, será tratado en numerosas óperas del genio italiano. El barítono George Petean, Simon Boccanegra y la soprano Joanna Paris, se enfrentan al dúo del encuentro de ambos personajes donde descubren su parentesco sanguíneo. "Orfanella il tetto umile... Figlia¡ a tal nome io palpito..." Soy huérfana, me acogió bajo su techo humilde...¡Hija¡ Ante tal palabra me estremezco, nos hacen escuchar a otra soprano distinto, más lírica, mucho mejor en este registro que en el de la Reina Elizabetta, que muestra virtudes que no demostró antes, en un personaje que no sentimos verosímil ni logrado. El barítono bajo en cambio su nivel brindando un Boccanegra apenas superficialmente leído. Toca el turno a Gabriel Adorno, prometido de Amelia y enemigo a muerte de su progenitor Dux, en la voz de Ramón Vargas. "O inferno¡...Sento avvampar...Cielo pietoso, rendila..." ¡Oh infierno¡ Siento arder en mi alma...Cielo piadoso devuélvela a este corazón. Estos personajes sufrientes y amorosos con los sentimientos a flor de piel, angustiados y desesperados, llenos de contrastes psicológicos, románticos a ultranza, decimonónicos, verdianos pues, vienen como anillo al dedo a un tenor lírico con temperamento latino como nuestro compatriota. Su canto esta dotado de un brillo particular y una linea de canto bella aunada a la belleza vocal y la interpretación canónica, dogmática, ortodoxa del belcanto, que deleita y emociona a la par. Lección y dominio. Cátedra del bien cantar.
En la última parte de esta ópera Simón, Gabriel y Amelia enfrentan un triángulo de amor-odio pues dispuesto a matar mil veces al padre de su prometida se entera del vínculo paterno y filial y se arrepiente de su pretensión asesina: "Ei dorme... Perdono, Amelia..." ¡Duerme¡...Perdón Amelia por amor lleno de celos...".

La última parte programada lo constituye mi ópera favorita, ya lo he confesado, de Verdi: "IL TROVATORE" El trovador, que ansió escucharle a Vargas. Joanna Paris vuelve a sorprenderme pues es ahora una Leonora creíble y atinada quien canta ahora si muy bien, esta en su tesitura y registro ideal en este entrañable personaje, quien acompañada por la Inés de Zaira Soria, nos brinda su escena mágica de belcanto adornado "Che piu t´arresti...Tacea la notte...Di tale amor..."¿Qué te detiene ya?...Callaba la noche plácida...Del amor que mal puede expresarse con palabras..." Lo mejor de la velada que le escuchamos. Venida de menos a más aquí Paris acierta y deleita.
Se saca la espina el coro con el conocido pasaje "Vedi¡ Le fosche notturne spoglie..."¡Ved¡ Las fuerzas nocturnas se retiran...mejor conocido como "Coro de los gitanos". Fuerza y contundencia. Y Geores Petain brinda lo mejor de su participación esta tarde-noche de celebración verdiana con su extraordinaria y sentida interpretación de "Tutto è deserto...Il ballen del suo sorriso..."Todo esta desierto...El resplandor de su sonrisa de una estrella vence el brillo...una de las páginas más bellas de todo el repertorio del compositor bicentenario inmortal.
La larga ovación brindada al barítono es merecida y cálida. El concierto va llegando a su punto más álgido. Llegamos al acto III, escena segunda, donde vemos como Manrico se ha casado por fin con Leonora, luego de miles de complicaciones sorprendentes y le canta el aria más bella escrita para el tenor de toda este drama: "Amor... sublime amor
en los próximos instantes 
te hable al corazón...
¡Ah! sí, mi bien, 
siendo yo tuyo y tú mi esposa, 
será más intrépida mi alma,
mi brazo será más fuerte.
"L'onda de' suoni mistici ..."

Los sones de mística melodía
puros descienden sobre el corazón;
ven; nos abre el templo
la dicha inmensa de casto amor.

Y luego lo que todo el público espera en un Trovador: el aria incantable "Di quella pira..."De esa pira el horrendo fuego todas las fibras me quema.." que da gloria y fama a los más grandes tenores y que exigen todo del tenor. Y Ramón Vargas, Manrico, acompañado de Joanna Paris, Leonora, el tenor Gilberto Amaro, como Ruíz, espléndida voz magnética, el coro y la orquesta brindan el punto más alto y energético del concierto. En la cena, terminado el evento, conversamos con Ramón, amigo entrañable y queridísimo, de como su Manrico es entrañable y veraz. "Ya estoy maduro para cantarlo, Manuel...por eso lo hago." Lleno de esplendida voz su aria conmueve y apasiona. Un Manrico lírico con fuerza viril y amorosa. Un triunfo absoluto. Las orejas y el rabo se le brindan a este tenor-torero que mató 4 toros 4 esta tarde gloriosa.
¿Cuándo le veremos y escucharemos a Ramón Vargas en este mismo teatro la ópera completa?

México D.F. a 4 de marzo de 2013.
Año del Bicentenario de Wagner y Verdi.

2 comentarios:

  1. Es un galimatías esto Manuel, le faltan acentos, comas etc. ¿Porqué no tomas un cursito de redacción? Hay pasajes que cuesta entender. pones: "El barítono bajo" y debiera decir "el barítono bajó" no es lo mismo bajo que bajó y tú los usas indistintamente, y así muchas cosas.

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    1. Galimatías serán tus tías. Si no entiendes ese es tu problema. No el mío. búscate algún curso de alfabetización para que aprendas a leer. Te convendría mucho.

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