Manuel Yrízar Rojas
Tema de meditación y análisis ha sido para mi el haber sido observador del desarrollo del “III Concurso Internacional de Canto Sinaloa” celebrado en la ciudad de Culiacán el jueves 19 de mayo de 2011 en el Teatro Pablo de Villacencio. Invitado por el director artístico del evento maestro Enrique Patrón de Rueda estuve presente en el ensayo general y en el concierto de gala de premiación.
La experiencia y el conocimiento indiscutible unido al gran amor y entusiasmo por el género operático del músico Patrón de Rueda no pueden discutirse. Habrá como siempre que se trata de estos artistas, personajes polémicos, quienes simpaticen o antipaticen con el director y concertador, pero más de 30 años activo en el difícil medio nacional e internacional de la ópera avalan su valor profesional indiscutible. Mi testimonio, tan parcial como pueda serlo por la amistad que tengo con él, será sincero y no exento de crítica la cual siempre me ha solicitado el maestro. La situación actual de la cultura en nuestro país, y particularmente en la música clásica y la ópera no es en estos tiempos la mejor. Difícil más bien.
Es por ello que un esfuerzo como este de recibir a cerca de 80 cantantes inscritos, quedando 78 por el regreso de dos artistas de China que no pudieron permanecer en el país por trámites migratorios, es digno de seguimiento. Además de participar en una primera eliminatoria donde fueron quedando quienes a juicios del primer jurado eran considerados los mejores también recibían cursos magisteriales. Ya sabemos que la profesión del cantante de ópera requiere siempre de una sólida preparación de la técnica vocal sino de todos los secretos y misterios que este arte implica. Dominio del instrumento, estilo, interpretación, dicción, idiomas, fraseo, interpretación, actuación, maquillaje, vestuario, historia de la ópera, y tantos más que dotan al cantante de los recursos y requerimientos necesarios para sobresalir en su profesión.
Fueron 21 los finalistas que quedaron. De todas las cuerdas. Todas las tesituras: sopranos, mezzosopranos, tenores, barítonos y bajos. (1) Fotos a,b,c.
El programa que interpretaron consistió en un repertorio variado y selecto que incluía tanto arias del bel canto italiano, ópera francesa, hasta una obra rusa y otra de zarzuela. (2) Foto arias a interpretar.
El jurado estuvo integrado por especialistas en el tema de la ópera con reconocimiento y experiencia en el medio. Ellos fueron Alfredo Domínguez, Carlos Serrano, José Octavio Sosa, Sylvia Rittner, Sviastolav Girshenko Latsanich y Martha Félix.
Muy importante fue la participación de
El Concierto Final con todos los 21 finalistas empezó a las 20 horas y se prolongó durante varias horas en dos sesiones la primera con 11 cantantes y la segunda los 10 restantes. El público siguió atento todo el evento.
El resultado final fue el siguiente por decisión y puntaje del jurado:
PRIMER LUGAR: EMPATE
AMED LIÉVANOS
Barítono
Toluca
26 años.
CASSANDRA ZOÉ
Mezzosoprano
México D.F.
22 años
SEGUNDO LUGAR:
ANDRÉS CARRILLO
Tenor
Mexicali, Baja California
25 años.
TERCER LUGAR:
MARÍA FERNANDA CASTILLO
Soprano
Jalapa, Veracruz
21 años
Muchos otros cantantes recibieron premios, becas y estímulos varios.
El Concurso fue transmitido por Internet y se grabó.
CONCLUSIONES PRELIMINARES.
Algunas cosas tendrán que corregirse para mejorar el Concurso. Tal vez un menor número de finalistas y la posibilidad de que los concursantes puedan ofrecer más que una sola intervención solitaria. Podría analizarce.
Pienso que todo el trabajo dedicado para que estos cantantes puedan proyectarse en el panorama operático nacional e internacional no debería quedar como un caso aislado fruto de la pasión, el amor y la tenacidad de un líder artístico de gran carisma, talento y don de mando. Sin la existencia de una muy clara y definida POLÍTICA CULTURAL FEDERAL donde queden establecidas con un sustento jurídico todas las normas y requerimientos a seguir, una continuidad en lo que debe de ser
Es posible y deseable lograrlo. Hay bases para ello.
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